Buda (Birmania)

12.3.12

Exposición Fotográfica en la Lonja de Zaragoza de Catalá-Roca. 11-03-12

 La Lonja expone 147 imágenes de Català-Roca, que apostó por "narrar la cotidianeidad y no alterar la realidad"


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  EVA GARCÍA 03/02/2012
Nunca se consideró un artista si no un "narrador de la cotidianeidad", un hombre para quien la fotografía fue el oficio de "la sustracción de la realidad", tal y como definió a Francesc Català-Roca (1922-1998) el comisario de la exposición, el también fotógrafo Chema Conesa. La Lonja acoge desde hoy y hasta el 23 de abril el retrato de la sociedad española de los años 50 y 60 a través de 147 imágenes, todas en blanco y negro, que reflejan escenas de la vida cotidiana, tradiciones, el papel de la mujer, la moda..., en definitiva, "cómo somos los humanos".
Català-Roca recibió de su padre --el fotógrafo Pere Català i Pic-- una estricta "formación académica y técnica", explicó Conesa, sin embargo, para él, "el arte está en la calle si el fotógrafo es capaz de sustraer la realidad". En este sentido, se adelantó al reconocido Cartier Bresson definiendo el oficio y la fotografía como "una selección de lo que hay alrededor". No le interesó ni la técnica ni "el encuadre" por eso utiliza el formato medio (casi todas las imágenes son cuadradas, pero tienen lo que ahora se llamaría corte horizontal o vertical); ni tampoco ser protagonista y alterar o intervenir en la imagen que él veía. De ahí que Miró le dejara fotografiarle mientras trabajaba y de ahí también que él no quisiera hacerlo con Dalí, "que le proponía otro tipo de fotografía".
Català-Roca dejó un archivo de más de 200.000 negativos, entre fotografías de arquitectura y viajes para promocionar el turismo, sin embargo, para esta muestra se han elegido las que retratan una época. Para el autor, es es el "fotógrafo quien decide qué le interesa de la imagen". Es ese Instante decisivo el que refleja en El piropo, donde capta justo el momento en el que una joven recibe un halago, justo al lado de un cura con cara de pocos amigos; o la contraposición entre un cartel de un niño risueño con un guardia a caballo; esa imagen de los dos guardias civiles mirando al infinito o la vendedora del Marca de mediados de siglo. En las obras del catalán "nadie mira a la cámara"




 CATALÀ ROCA, Francesc (1922-1998) nació el 19 de marzo en Valls, Tarragona, España, con solo 13 años se inició en el mundo de la fotografía en el estudio fotográfico de su padre Pere Catalá Pic. Abriendo su propio estudio en 1947, dedicándose principalmente a trabajar en el campo de la fotografía industrial y de la ilustración.
En la Sala Caralt de Barcelona (1953) realizó su primera exposición individual, muestra que al año siguiente fué expuesta en la galería Nebli de Madrid.
Es digno destacar su colaboración en varias revistas, haciéndolo asiduamente en el semanario Revista y con el grupo de arquitectos "Grup R". Sus fotografías abarcan todos los temas, desde el paisaje natural y urbano hasta la documentación artística y etnográfica; siendo publicadas en numerosas monografías.
Ha retratado molts personajes de nuestra cultura, como Dalí, Antoni Tàpies, Llorens Artigas, Eduardo Chillida, Josep Guinovart, Antoni Clavé, Josep Pla, Carles Riba y, especialmente, Joan Miró, entre muchos otros.
A lo largo de su vida va ha recibir numerosos reconocimientos,como el Premio Nacional de las Artes Plásticas (1983) otorgado por el Ministerio de Cultura, el Premio Nacional d'Arts Plàstiques y la Cruz de Sant Jordi otorgados per la Generalitat de Catalunya (1992), la Medalla de Oro al Mèrito Artístico de l'Ayuntamiento de Barcelona (1993).






 
 Un vermutito en el Bar Sidecar después de la exposición

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